En una jornada desafiante en la temible ola de Pipeline, el campeón mundial y futuro olímpico 2024, John John Florence, junto a Moana Jones Wong, se alzaron como los máximos exponentes en el Vans Pipe Masters, asegurando su posición en la cima de esta icónica competición.
Fue un día de olas imponentes y desafiantes, con numerosos retos para los surfistas. Sin embargo, la experiencia y destreza de Florence brillaron desde el principio hasta el final de la competición. A pesar del deslumbrante inicio de Mikey February y el breve destello de Harry Bryant en la final con su puntuación perfecta de 30 puntos, fue la consistencia y el dominio de Florence lo que prevaleció.
Florence, auspiciado por su empresa Florence Marine X, encarará con confianza el próximo Pipe Pro y el inicio del Championship Tour 2024 tras este impresionante triunfo en enero.
Por su parte, Jones Wong ha dejado su huella en la historia como la mejor mujer en surfear Pipe, equiparada al impacto del gurú de Pipeline, Gerry Lopez. Su dominio en la ola es impecable, forjando un nuevo legado en este desafiante lugar.
El local Makana Pang se ubicó en segundo lugar en la categoría masculina, seguido por Billy Kemper y Seth Moniz en tercer y cuarto puesto, respectivamente. Mientras tanto, en la categoría femenina, la prometedora australiana Molly Picklum obtuvo el segundo lugar, seguida por la campeona mundial y medallista de oro Carissa Moore en tercer puesto, y Erin Brooks en cuarto.
“Pipeline es aterrador. Cada vez que remo hacia allí, lido con el miedo y hago lo posible por manejar mi ansiedad”, expresó Moore en una publicación en Instagram. “No sé si surfear esta ola es natural para alguien, definitivamente no lo es para mí. Para aquellos que lo hacen ver natural, probablemente sea porque han dedicado mucho tiempo, esfuerzo y compromiso para sentirse cómodos en la incomodidad.”
Lamentablemente, el formato del Vans Pipe Masters resultó confuso para muchos espectadores, incluido el autor. Se espera que en el futuro, Vans y la WSL lleguen a un acuerdo para restaurar el verdadero espíritu y prestigio del Pipe Masters, una competición que durante medio siglo fue sinónimo de lo mejor del surf profesional y que este año, lamentablemente, no transmitió esa misma esencia.
