Roger Waters, reconocido músico y exmiembro de Pink Floyd, ha sido desvinculado de la compañía de derechos musicales BMG, según informa Variety. Esta decisión, confirmada tras las declaraciones del propio Waters en noviembre, ha suscitado controversia, ya que el artista afirma que la presión de grupos pro-Israel fue determinante en la resolución. Ni Waters ni BMG han emitido comentarios al respecto. La compañía tenía programado lanzar la nueva grabación de Waters de Dark Side of the Moon el año pasado, pero el acuerdo fue cancelado por el CEO entrante, Thomas Coesfeld, y finalmente el álbum fue lanzado por Cooking Vinyl.
La salida de Waters de BMG coincide con una renovada atención sobre sus posturas anti-sionistas y anti-Israel, acusaciones que algunos han llevado a calificar de antisemitismo. El año pasado, Waters logró el derecho a actuar en Frankfurt a pesar de la fuerte oposición debido a elementos controvertidos en su espectáculo, como un video que montaba víctimas de violencia estatal, colocando a Anne Frank junto a la periodista palestina Shireen Abu Akleh. Otro segmento en el que un cerdo con la Estrella de David flotaba sobre la multitud fue modificado para presentar el logo de una empresa de armas israelí.
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Los aspectos más problemáticos del espectáculo de Waters, como el disfraz de estilo nazi que generó una investigación de la policía alemana, se inspiran en The Wall de Pink Floyd, una historia satírica sobre una estrella de rock que se desliza hacia el fascismo. Waters ha negado de manera contundente el antisemitismo, argumentando que Israel es solo uno de los objetivos en un espectáculo antifascista más amplio. Sin embargo, el año pasado, un documental recopiló numerosas afirmaciones, incluso de colaboradores musicales de Waters, de que había hecho repetidos comentarios antisemitas en privado. Una investigación de la Campaign Against Antisemitism, que informó al documental, reveló correos electrónicos en los que Waters sugería escribir un eslogan antisemita en el cerdo inflable de sus conciertos y “bombardear” a la audiencia con confeti en forma de esvásticas, Estrellas de David, signos de dólar y otros símbolos provocativos, según informa The Guardian.
Waters no respondió a estas acusaciones en ese momento, pero ha afirmado en el pasado: “He pasado toda mi vida hablando en contra del autoritarismo y la opresión dondequiera que lo vea. Cuando era niño después de la guerra, el nombre de Anne Frank se mencionaba a menudo en nuestra casa, se convirtió en un recordatorio permanente de lo que sucede cuando el fascismo no se controla. Mis padres lucharon contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial, con mi padre pagando el precio máximo”.
Este nuevo episodio con BMG se suma a las polémicas pasadas de Waters y su relación con opiniones controversiales. La decisión de la compañía de desvincularse de él refleja un entorno donde las posturas y comentarios de los artistas pueden tener consecuencias significativas en la industria musical.
